Concierto extremos, soluciones inteligentes 

Los conciertos se han vuelto todo un suceso a lo largo y ancho de la ​ República Mexicana. Este año y, en especial los meses de marzo y mayo se han anunciado más de 200 eventos musicales, entre festivales y conciertos, donde vemos desfilar un sin fin de outfits completamente planeados de acuerdo al género y al tipo de concierto, ya sea en la playa, al aire libre en ciudad o campo nos han dado la oportunidad de participar en esta pasarela musical. 

El anuncio de las presentaciones de nuestrxs artistas favoritxs nos causa una de las alegrías más significativas, pues nos imaginamos cantando las rolas que más nos laten, hasta que llega el momento de pagar con la tarjeta de crédito. ¿Cuánto le pesa a nuestros bolsillos? En el último mes, los tickets han rondado desde los $7 mil hasta $32 mil pesos mexicanos, una auténtica locura que nos hace romper el cochinito. ​ ​ 

Para situaciones extremas, soluciones inteligentes 

Pongamos el contexto del último boom en los eventos: Taylor Swift. A medida que se anunció el “The Eras Tour”, las swifties han movido cielo, mar y tierra para conseguir un ticket desde el registro previo en una boletera hasta ventas y rifas de todo tipo de artículos solo para estar presente en el evento del año. 

Durante los 90s, los clubes de fans solían hacer eventos de recaudación de fondos para la compra colectiva de sus entradas; venta de fotos, lavado de autos, creación de carteles, participación en concursos, fiestas, hasta la demostraciones coreográficas en plazas públicas, entre otras, fueron la solución durante décadas para poder adquirir boletos. 

En los últimos años las rifas y los eventos siguen sucediendo, sin embargo, como sociedad hemos visto un avance y la ruptura de tabúes ha abierto la puerta para rifas con objetos más distintivos como kits de maquillaje, ropa unisex y jueguetes eróticos. Las últimas semanas se puede encontrar en redes sociales posteos sobre la venta de colecciones de ropa completas, discografía de colección como viniles y, lo que más ha sorprendido, la rifa de objetos como succionadores de clítoris (Mambo) o vibradores (Diva). 

Todavía nos hace falta un camino largo por recorrer en cuanto a temas de sexualidad, sin embargo el cambio ya se empieza a ver con acciones como esta donde un juguete sexual te logra llevar hasta hasta tu asiento dentro de los conciertos.